
A veces ella necesita sentirse como una zorra. Se pasa la mayor parte del tiempo preocupándose por cómo la ven los demás como el resto de sus compañeras, como el resto de sus contemporáneas. Ella se levanta todas las mañanas a las 5 a.m para ordenar su cuarto, repasar sus deberes, alistar su mochila, acomodarse el cabello, limarse la uñas, depilarse las cejas y escoger el atuendo perfecto. Todas las mañanas. Pero dice que eso la tiene cansada, la tiene agotada y aburrida. Está cansada de leer historias sobre divertidas aventuras y quisiera ser ella la protagonista. En su vida no pasan cosas "interesantes" ella opina, entonces se sumerge en la vida de los demás, los critica, siente lastima de ellos. Ella y sus amigas se juntan en las tardes para hablar de vidas ajenas. Critica a las demás chicas por ser fáciles, livianas, por tener amores de una noche, de una fiesta, por embriagarse, por dejarse llevar por lo que dicen los demás, claro, ella es única, es especial, por eso les dice que aunque sea una etapa tienen que comportarse porque “se ve feo” piensa, para ella las miradas lo son todo, son su mundo. Entonces simplemente espera, espera a que “nadie la vea”, a que nadie la este mirando para poder ser vulgar, ordinaria, fácil, liviana, dejarse llevar por los demás, para poder escribir su propia historia y ser la protagonista, aunque sea sobre una zorra y sus divertidas aventuras.