lunes, 23 de agosto de 2010

Problemas de confianza

“Problemas de confianza” le digo, mientras se mira en el espejo, como lo hizo ayer y antes de ayer y antes antes de ayer. Ella siempre tuvo problemas de confianza, o de seguridad, o de autoestima, o de todo eso junto, o simplemente estaba acomplejada. Todos los días se miraba al espejo y no se sentía cómoda en su cuerpo, con su cara, con su vida. Ella no espera tener un cuerpo de modelo, u operarse algo en la cara, o usar lentes de contacto, ella simplemente quería destacar porque toda su vida se ha sentido invisible. Nunca tuvo el cuerpo más espectacular, ni la cara más angelical, ni el cabello más sedoso, ni unos ojos perfectos ella simplemente era bonita. Le obsesionaba ver los programas de farándula, esa farándula que ni existe en una ciudad como esta, le apasionaba imaginarse en un pasarela y que todos la miren. Pero no la tachen de superficial por favor, ella no es superficial, es más bien una chica normal, común y corriente y en realidad es eso lo que le molesta. Porque podría estar pasando a tu lado y ni te darías cuenta, podría saludarte y ni la escucharías, podría estar en frente tuyo pero ni la mirarías. Ese es su problema, se siente invisible, o más bien es invisible. “Problemas de confianza” le digo otra vez, mientras lee un libro y se siente identificada y piensa que va morir igual que la protagonista: asfixiada por un maldito osito de goma. “Problemas de confianza” le repito, mientras se ilusiona con el chico que pasa todas la mañanas por su casa y ella no se anima a hablarle. “problemas de confianza” me dice ahora ella a mi porque prefiero contar su vida y no la mía.