domingo, 4 de julio de 2010

Necesito algo más que indiferencia

Indiferencia. Veo las caras de mis compañeros, de mis amigos, de mi familia, de la gente desconocida que pasa por mi lado en la calle. Veo sus caras y veo la mía en el espejo y solo veo indiferencia. Nos metemos tanto en nuestros problemas, en nuestro pequeño mundo y olvidamos el enorme mundo que tenemos. Nos sentimos tan especiales, tan únicos, nadie nos entiende, nadie nos consuela, nadie nos quiere. Pero verdaderamente somos nosotros los causantes de esos sentimientos de soledad, hay muchas personas con potencial de amigo, amiga que nos pueden dar su comprensión y su cariño pero no queremos darnos cuenta. Alado tuyo puede haber una persona que está sufriendo mucho por dentro pero en vez de darle apoyo te burlas de esa persona, la humillas. Y eso te hace feliz, pero no es una felicidad placentera ni duradera. ¿Qué pasa con los humanos? Pareciera que cada vez somos menos humanos y simplemente animales altamente evolucionados, cada día estamos más fríos, más salvajes, la piedad se nos está acabando y sólo juzgamos, sin mirarnos al espejo y aceptar nuestros defectos. Creemos que sólo nosotros tenemos la razón y que no hay nada que nos puedan enseñar. Hablando sólo por mí misma: Necesito paciencia para lograr mis objetivos. Necesito paz en mi interior para no hacer daño a nadie. Necesito valor para vencer obstáculos. Necesito fe para seguir existiendo. Necesito alegría para sobrevivir cada día. Necesito amor para sanar estas heridas. Necesito calma en mi espíritu. Necesito muchas cosas para lograr muchas cosas. Pero lo más importante es que te necesito aquí, a mi lado, toda la vida, para siempre, te necesito en esta vida y en la siguiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario